Un cohete llamado Sevilla y la Agencia Espacial Española
Por equipo sevillaconguia
Hace poco recibimos la buena noticia de que Sevilla había sido elegida sede de la nueva Agencia Espacial Española. Se ubicará entre los barrios de San Jerónimo y Pino Montano, en el edificio CREA, un espacio que el Gobierno Central ha considerado suficientemente equipado para la importante labor que allí se va a realizar.
En Sevillaconguia deseamos que el impacto económico y social sea positivo para el entorno elegido, así como para los científicos locales; que tengan la oportunidad de desarrollar su carrera profesional en su tierra.
Casi al instante de enterarnos, sentimos un pellizco de nostalgia y recordamos la maqueta del ARIANE 4, que aún sigue en pie -a pesar de su estado de conservación- en la Isla de la Cartuja. Se la puede ver caminando por el Paseo de los Descubrimientos, recortando el cielo, desde hace 30 años.
Su intención fue simbolizar la coexistencia de tres ideas: Europa, Espacio y Descubrimiento.
La Expo 92 conmemoró el 500 aniversario del descubrimiento del continente americano y, en esa parte del mundo se ubica el Centro Espacial de Kourou -también conocido como Centro Espacial Guayanés-, en la Guayana Francesa, puerto espacial de Europa.
La ubicación elegida, junto al pabellón del Universo, ofrecía una vista panorámica y constituía el punto más alto de la EXPO 92, con sus 60 metros de altura. La maqueta fue estructurada sobre un armazón metálico de 37 toneladas, que descansa a su vez sobre un pedestal de 130 metros cúbicos de hormigón, de 300 toneladas de peso.
Esta contundente base es la que le ha permitido seguir ahí a pesar del inclemente paso del tiempo y del nulo mantenimiento al que ha sido sometido.
En el año 2013 el ARIANE 4 perdía algunas piezas y la desidia de las instituciones públicas comenzaba a a dar la cara. Todos parecíamos habernos olvidado del cohete de marras, y eso que no se trata de una maqueta cualquiera. Es la que utilizó Airanespace para fabricar posteriormente la que -en 1992- enviaría al espacio el famoso satélite de comunicaciones español HISPASAT. Para llegar a la Isla de la Cartuja, se trasladó de Francia a Sevilla en convoyes especiales.
ARIANE, una pincelada histórica. Tradición espacial desde 1979
No podemos dejar pasar la ocasión para reivindicar, tal y como lo ha venido haciendo alguna asociación ciudadana -en este caso Legado Expo- que la maqueta y su entorno deberían ser recuperados por las administraciones para así tratar de devolverle el protagonismo a un icono local de tal magnitud.
Creemos que es un buen momento para ello, habiendo tomado forma ese futuro que trataba de figurar la propia Plaza del Futuro, durante la EXPO 92.
Es curioso. Muchos pensamos que la Isla de la Cartuja aún tiene mucho que decir en el propio futuro de la ciudad. Mantengamos la ilusión.
Los arquitectos de este singular y bello pedazo de la Exposición Universal de Sevilla fueron Martorell, Bohigas, Mackay y Peter Rice.
La superficie construida de la parcela fue de 25.019 metros cuadrados y en ella se levantaron los pabellones de Medio Ambiente, Energía, Telecomunicaciones y Universo.
El ARIANE 4 pertenecía a este último pabellón, el del Universo -que dirigió sus contenidos a la visión que tiene el hombre moderno sobre la materia, la vida y el cosmos- y en él, existía la conocida como Rambla de los Instrumentos, donde se exponían maquetas de elementos necesarios en el estudio del universo, como la de un acelerador de partículas.
Hoy en día el Archivo General de Andalucía ocupa el Pabellón del Futuro, uno de los pabellones más grandes de la Expo 92. La alta capacidad del pabellón ha sido necesaria para albergar las casi 200.000 cajas de archivos, una sala de consulta con 72 puestos -una de trabajo en grupo-, servicio de reprografía, taller de restauración, zona de administración y dirección, además de una sala para albergar materiales especiales como fotografías, micro-filmes, soportes magnéticos, etc.
En la Rambla de los Instrumentos -en estos momentos mero cascarón de lo que fue- aún sobrevive el ARIANE 4. Y es que el ARIANE 4 es más que un símbolo, supone un éxito para la tecnología y la industria europea, uno de los mejores cohetes de su clase, en términos de rentabilidad y puesta en marcha.
La replica hispalense no es la única que existe en Europa aunque sospechamos que es a la que menos provecho se le saca. Francia, posee otras. En el Museo del Aire y del Espacio de Le Bourget en París tienen una réplica del ARIANE, mientras que en Toulouse -centro de la industria aeroespacial europea- tienen una de un ARIANE 5. Se expone en un parque temático llamado la Ciudad del Espacio, dándole protagonismo y un uso educativo a la propia maqueta.
Maqueta del ARIANE 1, el primer cohete que la Agencia Espacial Europea lanzó con éxito. Se encuentra en París y mide 47, 4 metros de altura
Maqueta del ARIANE 5 en la Ciudad del Espacio de Toulouse, de 55 metros de altura
Un cohete llamado Sevilla
En 2019 Sevilla asumió la Presidencia de la Comunidad de Ciudades Ariane. Fue la primera vez que un municipio que no sea francés o alemán ostenta esta función. François Garay, alcalde de Les Mureaux, aseguró que «Sevilla tiene la responsabilidad de trasladar a la ciudadanía la importancia que tiene el espacio». Por su parte, el astronauta Pedro Duque dijo: «sólo puedo enviar mis felicitaciones porque Andalucía y Sevilla no han dejado de apostar por el sector aeroespacial».
Y fue en 2019 -un martes 5 de febrero- cuando la Agencia Espacial Europea lanzó el ARIANE 5, cuyo cohete llevaba el nombre de la ciudad sede de la Presidencia de la Comunidad de Ciudades Ariane, en este caso, Sevilla. El lanzamiento se produjo desde el tradicional Puerto Espacial de Kourou.
Gracias a esta misión se pusieron en órbita el satélite geoestacionario Saudí 1 / Hellas Sat 4 y, también, el satélite indio GSAT-31.
En aquel 2019, tan importante, tampoco se le prestó atención al ARIANE 4 de la Expo 92 ni, tampoco, a lo que representa: la ya histórica relación de Sevilla con el proyecto ARIANE y su fuerte compromiso con el sector aeroespacial.
¿Se le prestará la atención debida con la llegada de la Agencia Espacial Española? Los que vivimos la Expo, con cierta nostalgia, queremos pensar que así será y que la Plaza del Futuro, algún día, revivirá como merece.
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