#Conozco un sitio: el templete del Triunfo y el terremoto de Lisboa de 1755
por equipo Sevillaconguía
¡Hola!, ¿qué tal?
Si existe un lugar en Sevilla que reúna un buen número de monumentos, el punto de partida definitivo para cualquier visita guiada que se precie, esta es, sin duda, la plaza del Triunfo.
Es allí donde se concentra el Patrimonio de la Humanidad, los tres lugares estrella de la UNESCO.
La catedral, el Real Alcázar y el Archivo General de Indias, ya sabes, la crème de la crème de la historia hispalense.
Y en Sevillaconguía hemos escogido este epicentro patrimonial, bueno, en realidad, un pedacito de él, para inaugurar esta serie de lugares especiales, que no tienen por qué ser recónditos sino que, en muchas ocasiones, los tenemos ahí delante y no le damos el valor que tienen, al estar rodeados de lugares tan potentes como los que hemos mencionado.
Pero la archiconocida plaza del Triunfo no siempre se llamó así sino que fue conocida como «de la Lonja», por la cercanía de la propia Casa Lonja de Mercaderes, que hoy día es el Archivo General de Indias.
La historia de Sevilla y, también, el nombre de tan céntrico escenario cambiaron radicalmente debido al terrible terremoto de Lisboa de 1755.
El terremoto de Lisboa de 1755
"Sábado, 1 de Nov. Año 1755 a las 10 de la mañana hubo general y pavoroso terremoto el que se creyó asolaba la Ciudad, y sepultaba a sus moradores en la ruina, pues se estremecieron violentamente los edificios cayendo algunos y parte de las iglesias. En la Patriarcal con espantoso horror llovieron parte de sus bóvedas, cayeron pilares de los elementos de su Torre. Siendo sin número el concurso nadie se sintió lastimado. En toda Sevilla solo 6 personas perecieron debiendo las demás sus vidas la Ciudad su consistencia al Patrocinio de la que es Madre de Dios y Misericordiosa María Stma. en cuyo honor y perpetuo agradecido monumento mandaron poner los Ilmos. Sres. Deán y Cabildo e hacer este Triunfo en el sitio mismo que se dijo la Misa y cantó Sexta en aquel día".
El terremoto de Lisboa de 1755 o, también conocido como, Gran Terremoto de Lisboa, tuvo lugar, en realidad, entre las 9:30 y las 9:40 del 1 de noviembre de 1755. Se caracterizó por su gran duración, en varias fases y por su potencia, acabando con la vida de entre 60.000 a 100.000 personas. Los sismólogos manejan la teoría de que el terremoto de Lisboa fue de una magnitud de entre 8.7 a 9.0 en la escala de magnitud de momento y cuyo epicentro fue algún lugar en el Océano Atlántico, a menos de 300 kilómetros de la costa lisboeta.
Y que en Sevilla se relacionase a este evento con la intervención divina no fue un hecho extraño, tampoco propio de exaltaciones religiosas, fue acorde a la época en la que ocurrió, al contexto histórico. La serie de acontecimientos que desató el terremoto de Lisboa de 1755 fueron objeto de debates filosóficos -con tintes teológicos- por parte de filósofos ilustrados de toda Europa.
Además, hay que tener en cuenta que el sismo tuvo lugar el día de Todos los Santos, con la carga simbólica que posee un día tan señalado en el calendario de naciones católica como Portugal y España.
Hablamos de un acontecimiento que supone un punto de inflexión en la historia de Portugal, en su expansionismo en América y otro puntos de la tierra, así como en su espíritu como nación.
En Lisboa aparecieron grietas gigantescas en el centro de la ciudad, mientras, los supervivientes, buscando la salvación, corrieron hacia el puerto, lugar en el que vieron cómo el agua del océano retrocedía, sin tener ni la más mínima idea de lo que se les venía encima.
Unos cuarenta minutos después, olas de entre 6 y 20 metros asolaron el puerto y el centro de Lisboa. Pero, como decíamos, el terremoto también afectó a Marruecos, Ayamonte -Huelva- donde murieron alrededor de 1.000 personas...
Los lugares afectados, sobre todo, en la zona occidental de la Península Ibérica se multiplicaron, pero sus efectos se extendieron -como puede verse en la imagen superior- a África, América y otras zonas de Europa. El terremoto se sintió en lugares tan distantes como Suecia.
Como comentábamos, este terremoto de Lisboa de 1755 contribuyó al nacimiento de la sismología moderna y en la que el Marqués de Pombal se involucró, ordenando una encuesta en la que se incluían preguntas clave y enviada a todas las parroquias del país con respecto al terremoto.
Las preguntas eran del tipo: ¿cuánto tiempo duró?, ¿cuántas réplicas se sintieron?, ¿qué daños fueron causados..?
En España el rey Fernando VI ordenó un informe sobre el acontecimiento que, él mismo, vivió en primera persona. En este caso también se confeccionó un cuestionario, que debía ser rellenado por las personas de "mayor razón" de cada capital y ciudades de importancia. Toda esta información se atesora en el Archivo Histórico Nacional.
El Terremoto de Lisboa no solo asoló ciudades y las vidas de muchas personas sino que arrasó, en el caso de Portugal, destruyendo casi todos los templos importantes, en un día muy importante y en el que los católicos daban forma a su fe. La teología y la filosofía del siglo XVII vio en este acontecimiento una especie de castigo, la mismísima cólera de Dios, que no estaba del todo contento con una larga serie de conversiones en la Iglesia, además del asunto de la evangelización de las colonias...
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