Por equipo de Sevillaconguia
¡Hola!, ¿Cómo estás?
Comenzamos 2023, ilusionados, con muchas ganas de seguir informándote sobre Sevilla y, por supuesto, recomendándote los mejores lugares. Continuamos con uno de nuestros clásicos: ¿Qué visitar en Sevilla? En este caso, el tercer artículo de esta saga.
Recuerda que puedes consultar anteriores posts para obtener más información 👀
Nos gustaría recordarte que uno de los pilares de nuestra filosofía a la hora de entender el turismo es cuidar del entorno en el que se desarrollan las visitas que llevamos a cabo, es decir, fomentamos una forma de viajar y conocer lugares más sostenible.
Ya que recomendamos barrios, espacios comunes de la comunidad local, lugares especiales que deseamos que conserven esa singularidad que los hace especiales.
Durante el año 2022 hemos estado pendientes -lo hemos vivido en primera línea- de la evolución del turismo en Sevilla, cómo se ha ido recuperando tras la pandemia y cómo las tendencias de los viajeros, a su modo, han ido evolucionando.
Seguimos pensando lo mismo: creemos que se pueden realizar visitas guiadas sin la necesidad de llenar grupos numerosos. Nuestro compromiso reside en ofrecer pequeñas dosis que, bien administradas, suponen una experiencia gratificante. Además de una mejor atención a cada cada cliente, ofreciendo así una mayor calidad.
De antemano, te damos las gracias por continuar leyéndonos y por confiar en nosotros para descubrir los lugares más interesantes de Sevilla.
Ahora, al lío 👇
¿Conoces el barrio de Triana?
La famosa calle Betis, en Triana, junto al Guadalquivir
Triana es un barrio singular, como el de la Macarena -que puedes descubrir en nuestro anterior post-, un distrito con mucha personalidad que ofrece un montón de lugares de interés.
Cruzar el icónico Puente de Triana supone toda una experiencia y el inicio de uno de los mejores planes que todo viajero que se precie debe llevar a cabo en Sevilla.
¿Dónde está el barrio de Triana?
Al otro lado del Guadalquivir o, mejor dicho, del canal que discurre por su curso natural, el canal de Alfonso XIII.
Y es que la dársena o canal de Alfonso XII corresponde al antiguo curso del Guadalquivir, que una vez canalizado, discurre al oeste del antiguo médano de Tablada.
Pero, podemos seguir llamándolo Guadalquivir, usando el nombre árabe o, también, llamarlo Betis, como se hacía en tiempos en los que Sevilla -Híspalis- formó parte de un gran imperio como lo fue el romano.
Más allá de sus diferentes nombres, fue y es el río que muere en el Atlántico y que supuso la conexión entre América y el Viejo Continente.
Y Triana no sería lo mismo sin él, un barrio en el que tuvieron lugar acontecimientos clave de la historia local, nacional y, por qué no decirlo, mundial.
El barrio de Triana se encuentra a un agradable paseo, cruzando el puente de Isabel II -o puente de Triana- desde la zona monumental.
Los orígenes poblacionales de Triana se remontan a la era tartésica -la lejana civilización tartésica se desarrolló en el sur de la Península Ibérica entre los siglos XII al V a. C-, hace mucho, mucho tiempo, por lo que puede considerarse uno de los primeros asentamientos en la margen derecha del Guadalquivir.
Este enclave sirvió a las legiones romanas para establecerse, ya que era próximo a la importante Itálica y se encontraba frente a la amurallada ciudad de Híspalis.
El origen de su nombre también es fuente de cierta controversia, pero nos inclinamos por la teoría que planteó Ortiz de Zúñiga: proviene del nombre «Trajano», debido a su cercanía a Itálica, lugar en el que nació el emperador. También se cuenta que durante la era islámica, en árabe, la apodaban «Atrayana», que no es sino una variación fonética de Trajana, una evolución con mucho sentido.
Y es que los almohades, que hablaban ese idioma, los que levantaron la gran mezquita -hoy catedral de Sevilla- y, también, construyeron un puente de barcas que, mucho tiempo después, se convirtió en el archiconocido puente de Triana.
Sea como fuere, queremos contarte qué puedes encontrar en Triana.
¿Qué ver en el barrio de Triana?
Una visita al barrio de Triana comienza cruzando el puente. O, mejor aún, deteniéndose en él, para deleitarnos con las impresionantes vistas. Primero, la atractiva perspectiva que ofrece de la zona monumental que dejamos atrás, de la Sevilla que abandonamos para adentrarnos en Triana. Es, de algún modo, por lo especial del lugar que estamos a punto de descubrir, un pedazo de la ciudad en el que arraigó una fuerte personalidad y una identidad propia.
La bonita vista de la catedral y la Giralda, la torre del Oro, la réplica de la Nao Victoria -recordándonos el importante papel del Triana y el Guadalquivir -puerta hacia América y resto del mundo-, sintiendo un agradable conjunto de sensaciones.
No importa cuantas veces cruces ese puente, posee algo que no se puede explicar. Hay que vivirlo.
La réplica de la Nao Victoria. Junto a ella, la torre del Oro
La Giralda, recortando el cielo, al otro lado del Guadalquivir. Una de las actividades a realizar en Sevilla es un mini-crucero por el río
¿Te interesa? Conocemos las mejores opciones
Justo al cruzar el mítico puente podemos detenernos junto a la bella capilla del Carmen, situada en el margen derecho, de estilo regionalista -como la Plaza de España- y diseñada por el arquitecto Aníbal González. Fue terminada en 1928, un año antes de que comenzase la Exposición Iberoamericana, que tanto transformó -para bien- y tanto patrimonio le otorgó a Sevilla.
La capilla de la Virgen del Carmen -patrona de los marineros- compuesta de ladrillo visto y de cerámica trianera, antigua e importante industria, que aún tiene un peso importante en el distrito
Durante un paseo por Triana encontraremos lugares tan emblemáticos como el puente de Triana, el Castillo de San Jorge -antigua sede y prisión de la Inquisición en Sevilla-, su tradicional mercado, la calle Betis junto al río Guadalquivir...
En Triana existen un buen número de puntos de interés con tan solo llegar, de hecho, junto a la capilla del Carmen nos toparemos con el mercado de Triana, perfecto para conocer de primera mano la cultura gastronómica local y hacernos con esos recuerdos comestibles típicos con los que agasajar a los nuestros a nuestra vuelta.
En el mercado de Triana no sólo podemos hacer la compra del día sino que es posible -y recomendable- hacer una parada en uno de sus negocios de restauración, perderse entre sus calles y formar parte de la vida local.
Interior del mercado de Triana
En las entrañas del mercado de Triana veremos parte del antiguo edificio que albergaba el Castillo de San Jorge, conocido por ser el lugar en el que se encontraban las cárceles y sede de la Inquisición.
De momento, de historia, gastronomía y auténtica cultura local vamos bien servidos y, eso que, ¡tan solo acabamos de llegar!
Triana también es un barrio unido al flamenco, Patrimonio Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO, y supone una de las cunas de este noble arte, de esta arraigada cultura, de esta manera de vivir. En Triana se puede conversar sobre el origen del flamenco, su importancia en el mundo -que no es poca- y posee su representación en forma de alegoría escultórica en plena Plaza del Altozano, punto neurálgico del que parten algunas de las arterias más importantes del barrio, como la peatonal San Jacinto, que encontrarás al frente, y la calle Betis a la izquierda, siguiendo el margen del río Guadalquivir.
Si durante tu visita a Sevilla te interesa un espectáculo de flamenco, tradicional y auténticamente local, conocemos el mejor lugar. Nos declaramos enamorados de este arte y creemos que es importante saber dónde disfrutar del mismo. Puedes consultarnos, nos encargamos de gestionar las mejores actividades flamencas en Sevilla.
Monumento al flamenco, en la plaza del Altozano
Adentrarse en el barrio de Triana también supone descubrir lugares con mucha personalidad y arraigo, como la Real Parroquia de Santa Ana o «catedral de Triana» como la llaman muchos trianeros.
La Real Parroquia de Santa Ana es más antigua que la propia catedral y fue levantada en tiempos de Alfonso X el sabio -1266-, tras recuperarse milagrosamente de una afección ocular y que el monarca atribuyó a Santa Ana, la madre de la Virgen María.
Fue construida tras la reconquista de Sevilla -1247-1248-, fomentando que el núcleo poblacional que ya existía creciese aún más e, incluso, se conoce que estuvo fortificada. De aquel tiempo se conservan los típicos remates almenados sobre las cubiertas de sus terrazas.
Portada de la iglesia de Santa Ana -la catedral de Triana- de estilo gótico-mudéjar
Triana, como muchos barrios de Sevilla, gracias al devenir de los siglos, no solo ofrece historia sino también una buena cantidad de leyendas, con su poso de realidad, que hacen de una visita a este barrio una divertida actividad en la que conocer de primera mano la rica cultura local.
Placa cerámica que nos recuerda la presencia literaria de personajes como Rinconete, Cortadillo y el mafioso Monipodio
Triana fue, es y será por siempre marinera. Seguro que te suena la Esperanza de Triana, y es que hablamos de una imagen muy venerada que tiene su casa en la Capilla de los Marineros, sede de la Hermandad de la Esperanza de Triana. Como ya intuirás, la Semana Santa se vive de forma especial por aquí, formando parte de la propia esencia trianera.
Capilla de los Marineros. Dentro, el paso de Nuestra Señora de la Esperanza
A estas alturas podemos asegurar que Triana es un lugar especial. Un lugar auténtico, que conserva esa esencia tan buscada por viajeros de todo el mundo. El auténtico folclore local, sin filtros.
Triana sigue conservando patios de vecinos, que atesoran mil historias, rincones a los que podemos echar un vistazo y dejar volar la imaginación, evocando esa vieja Triana en la que convivieron payos y gitanos, en circunstancias muy singulares.
Escena cotidiana en un patio de un tradicional corral de vecinos
Después de este apetecible aperitivo, en forma de post, ¿no te apetece una visita guiada por el barrio de Triana?
En Sevillaconguia somos especialistas en Triana, nos encanta y la hemos pateado muchas veces, prácticamente a diario. Por ello, hemos diseñado una ruta guiada muy completa, basada en años de experiencia, guiando por sus calles a gente de todo el mundo, incluso, a Trianeros de toda la vida.
Una visita guiada sin prisas, a tu ritmo, sin necesidad de llenar grupos numerosos, una forma respetable de hacer turismo. Por supuesto, las visitas guiadas privadas en Triana, también están disponibles.
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Gracias por llegar hasta aquí, ¡que tengas un feliz día!
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